Carreristas y O´Higginistas

Interpretando el pinochetismo

Carreristas y O´Higginistas.Patricio Orellana Vargas.

patoorellana@vtr.net

Es cierto lo que dice el Presidente Lagos, desde hace muchos años que no hay un enfoque único de la Independencia de Chile y hay una pugna más que centenaria entre los que ven a O`Higgins como el forjador de nuestra patria y los que destacan el rol de Carrera. Es cierto también, que probablemente nunca nos pondremos de acuerdo en esta materia.

Pero lo que es totalmente equivocado es comparar esa discrepancia de interpretación histórica con la actual existencia de dos visiones del golpe militar y de la dictadura siguiente. Es más, universalmente, la interpretación que existe es predominantemente que la dictadura de Pinochet es hermana de sangre de las dictaduras que proliferaron en América Latina desde Pérez Jiménez, Trujillo y Duvalier hasta Massera, Videla y Stroessner. No tiene nada de excepcional, excepto que es su prototipo más extremo.

La detención de Pinochet en Londres demuestra la validez de esa interpretación: Pinochet fue un dictador cuya obra fundamental fue la violación de los derechos humanos, ese es su legado histórico. Cualquier esfuerzo por enfocar otros aspectos de su dictadura son meramente distractivos de lo central, es como intentar recordar a Nerón porque tuvo a Séneca como maestro, porque modernizó la ciudad de Roma y porque recibió el título de ?padre de la patria?: Se le recuerda por el terror que desató en la sociedad romana y por sus múltiples crímenes. Calígula, era muy popular porque brindaba grandes espectáculos en el circo y mientras más sangre se derramaba, más diversión provocaba. Su rol histórico es el del emperador romano más cruel que haya existido y sus crímenes son innumerables, lo que le ha permitido al senador Ávila, con su humor característico, hacer un paralelo entre Calígula y Pinochet y ha tomado al demonio como árbitro experto para decidir cual de los dos es más perverso. La conclusión del demonio es tan absoluta que hasta Calígula reconoce la superioridad de Pinochet y ambos, Demonio y Calígula se van alabando su nombre. Ahora se le recuerda como un loco que llegó a tener poder absoluto (A Calígula, por supuesto).

Esta concepción de sostener que Pinochet puede ser reconocido por otras obras, es no distinguir la paja del trigo. La historia es precisamente el registro e interpretación de los hechos importantes y son importantes históricamente la quiebra del sistema bancario durante la dictadura o la cesantía que llegó al 35 % o lo que no hizo, como es el caso que durante todo su gobierno no se construyó ni un solo hospital.

Creer que el modelo neo liberal impuesto durante la dictadura fue un gran logro es desconocer que seguimos en el subdesarrollo a pesar de las reiteradas seguridades de Pinochet y sus ministros que en el año 2000 estaríamos al nivel de España gracias a ese modelo, por lo menos.

Creer que habrá una discusión futura y permanente sobre su rol es no entender que sus actuales defensores son simplemente como los espectadores de los circos de Calígula: disfrutaron de los crímenes y se enriquecieron tras esa farándula terrible pero no cambiaron los hechos.

El legado de violación a los derechos humanos de Pinochet ¿No es ese el principal problema que tiene que enfrentar el propio presidente Lagos?

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