Italia, Lacio, Roma de Miguel Ángel.

LA ROMA DE MIGUEL ÁNGEL

 

Las diversas Romas y el legado de Miguel Ángel Buonarroti.
Como se ha indicado muchas veces hay diversas Romas, mucho queda de la Roma Imperial, hay grandes monumentos de la época papal y renacentista, también está presente el masivo poblamiento después de la Unificación y hay otras Romas modernas en la periferia.

 Entre todo esto hay que destacar a un hombre que contribuyó decisivamente a la Roma renacentista. Es tal su influencia que ella está presente en La Basílica de San Pedro,  la principal del catolicismo, su genio está en  su cúpula y en la nave central. También  en la escultura “La Pietà” que se encuentra en su interior. Otra escultura magnífica es el Moisés,  que se encuentra en la iglesia romana de San Pietro in Vincoli. También está en el diseño de “Il Campidoglio” plaza y centro cívico de la Roma Papal. Hasta el diseño del uniforme de los guardias suizos que custodian al Papa lo hizo Miguel Ángel. Y esto no es todo,  falta lo principal: la mayor obra de arte de Occidente es la monumental pintura del techo y el frente de la Capilla Sixtina realizada por Miguel Ángel. Sin este genio, Roma sería mucho más opaca porque gran parte de su brillo y belleza surgió de su mente y su obra.  

UNA IMAGEN DÍSCOLA DE MIGUEL ÁNGEL.
Para apreciar Roma hay que comprender la obra dejada por Miguel Ángel y para entender su obra de  hay que tratar de entenderlo a él. La visión oficial a la que adhieren los eruditos del arte y también de la religión es considerarlo un genio, un hombre excepcional y no cabe duda que eso es así. También se ha destacado su religiosidad, la que se demuestra en el carácter de sus obras y en muchos de sus escritos, especialmente los de su vejez en los que alaba permanentemente a Dios y comprende el sacrificio de Cristo. Por eso se le llamó “divino”, sosteniendo que su inspiración tenía como fuente la divinidad.

Mi opinión es distinta, muchos antecedentes hacen pensar que  fue un hombre solitario y en gran medida amargado. Se ha señalado que es una expresión del sentido trágico de la vida. También hay antecedentes que permiten establecer que fue siempre un hombre independiente, crítico y hasta enemigo de sus patrones y mecenas y varias veces debió huir de unos y otros. A pesar de haber sido apoyado por los Médicis en sus estudios y formación como escultor, de ninguna manera fue un hombre leal a esa casa. Es cierto que trabajó para ellos, pero al parecer eso no implicó una subordinación ideológica. También es sabida sus discrepancias permanentes con los Papas que le encomendaron trabajos y que lo humillaron permanentemente. En estas condiciones, habiendo conocido muy cabalmente la vida de los Papas y la de los príncipes optó por otra posición distinta. Está claro que políticamente fue republicano, lo que era totalmente antagónico con los Médicis y con los Papas. Mientras duró la República en Florencia él la respaldó, aunque fue opositor de Savonarola por su fanatismo y por perseguir el arte no sacro, no cayó en la tentación de apoyarlo como hicieron otros artistas como Botticelli y Bartolomeo que participaron en la quemas de obras de arte. Tal fue su compromiso con el sistema republicano que ocupó un alto cargo en el ámbito de la defensa de la república florentina. 

¿Cuán profundo puede haber sido su compromiso con la religión? Sólo si fue capaz de separar la Iglesia de la religión, pues los Papas de su época, según el juicio histórico “eran mundanos e inmorales”, los Papas hasta tenían hijos y el nombramiento de Papa era a través de la compra de los votos de los cardenales, hubo Papas que elegían como sucesores a su parientes directos y a jóvenes que poco tenían de religiosos. El Papa León X, que admiraba y temía a Miguel Ángel dijo: “Puesto que Dios nos ha hecho Papa, disfrutémoslo” y fue un gran vividor. Varios Papas duraron poco, a pesar de que no eran viejos, simplemente porque morían envenenados. En esta situación, es difícil que un hombre que es el mayor ejemplo del arte y pensamiento renacentista, fuera tan religioso como la historia lo presenta.

Desde su juventud tuvo acceso a las dos mejores bibliotecas de esa época, la de los Médicis, que tenía  ochocientos libros y la del Papado que tenía  cinco mil libros, que incluían muchas obras de los clásicos griegos. Y la mejor síntesis del Renacimiento es aquella que lo define como el proceso que desplazó a Dios del centro del universo cultural y colocó allí al hombre. Yo creo que Miguel Ángel es el gran humanista, que exaltó al hombre más que a Dios, no por no creer en Dios, sino por su desaliento y amargura frente a la Iglesia corrupta de su época. Mi conclusión del contenido de su mensaje central es el humanismo, lo que trataremos de ilustrar al comentar sus obras. 

Hay que advertir que  fue un “renacentista”, es decir un hombre que participó en el proceso de recuperar el legado griego, ya que después de las tinieblas de las invasiones bárbaras y de la larga noche de la Edad Media, la llegada a Florencia y Roma de los libros clásicos que se recuperaron antes de la caída de Constantinopla y de los descubrimientos y revaloraciones de los monumentos romanos y de copias de obras griegas, especialmente esculturas, determinaron que el espíritu científico del clasicismo griego volviera a brillar en Europa y en especial en Italia. Pues bien, los griegos, que no consideraron el sexo como principal fuente del pecado, exaltaron la belleza  del cuerpo humano y destacaron la mayor armonía del cuerpo masculino. También hay que recordar la actitud de naturalidad con que tomaban el homosexualismo, el que estaba lejos de la noción de pecado del cristianismo. Estos valores están impresos en la obra de Miguel Ángel.

Los griegos fueron quienes humanizaron a sus dioses frente a los terribles dioses orientales, que habitualmente eran monstruosos, incluyendo al Jehová hebreo que destruía ciudades enteras por el pecado que en ellas reinaba. Si uno mira las obras de Miguel Ángel, yo creo que desde la perspectiva humanista se puede ir mucho más allá de la religiosidad que se le atribuye y encontrar otros mensajes. Junto a ello estaba la aceptación del desnudo como expresión de belleza, que entre los más intolerantes católicos como Savonarola, era la expresión más clara del pecado y que fue causa de encontradas disputas de Miguel Ángel  con cardenales que condenaban sus obras y que finalmente lograron que les cubrieran los sexos. Uno de estos cardenales fue apodado “El inventor del calzoncillo” y el pintor que los superpuso a sus pinturas ganó el apodo de “El Calzonudo”. 

En realidad el aporte esencial de los griegos fue el de establecer las bases de la ciencia. Su obra magna fue el fin de los mitos. La muerte de Sócrates, en gran medida es por que rechazaba los mitos y según sus acusadores porque también rechazaba a los dioses. Enfrentar el mundo desde una perspectiva objetiva era inadmisible, frente a la perspectiva subjetiva de que uno o varios dioses explican todo. Este mensaje griego revivió con el Renacimiento y desde allí la humanidad despegó en el desarrollo científico moderno. El pensamiento griego está presente en casi toda la obra de Miguel Ángel.

El Renacimiento fue la humanización del hombre, al despegarlo de la subordinación a Dios y con ello también llevó a la humanización de Dios, que creo  que  ha sido sostenida por muchos de los estudiosos del Renacimiento. 

Esto lleva al principio sostenido por Ilya Prigogine, premio Nóbel de Química y filósofo de las ciencias quien sostiene: “Desarrollo científico y desarrollo artístico no pueden ser o estar separados porque la sociedad es un sistema no lineal, en el cual cada acción individual repercute en la sociedad. Inversamente la sociedad influencia cada una de nuestras acciones”. Prigogine expone su tesis desde la sociedad neolítica a nuestros tiempos. Las pinturas de Magritte por ejemplo están en relación a los descubrimientos de Einstein y las de Kandinsky están basabas en el descubrimiento de los rayos X y los avances en microbiología y yo me atrevería a decir que las pinturas de Matta  corresponden al desarrollo de la Física cuántica.

Miguel Ángel fue un hombre de su tiempo y recibió el legado griego en forma muy directa por la situación en que vivió y los accesos que tuvo a la información. 

Supongamos que Miguel Ángel no fuese un católico ferviente. Esto es una herejía terrible según cualquier estudioso del tema, pero hay que tratar de ir más allá de lo generalmente aceptado. En su época comenzaba la Reforma, había muchos que cuestionaban, no a Dios, sino a la Iglesia. Era una época en que surgían las dudas y ya no se aceptaba una sola visión del mundo. Sin embargo, el control de la Iglesia era férreo aún, especialmente en Italia y aún había hogueras para quemar a los que discrepaban, en Florencia se quemó a Savonarola y a otros por su exceso de dogmatismo, el mismo que propiciaba quemar a los no creyentes y  a los pecadores tozudos.

Dos corrientes primaban en nivel filosófico, una, el neoplatonismo que se estudiaba mucho en Florencia y que intentaba vincular la concepción de Dios con la filosofía de Platón que concebía a la idea como principio fundamental. Muchos autores han visto esta concepción en las pinturas de  en la Capilla Sixtina. La otra filosofía fundamental era el tomismo, Santo Tomás de Aquino había aceptado los planteamientos de Aristóteles y creía que ellos fundamentaban y explicaban la existencia de Dios, reduciendo la contradicción entre ciencia y religión. 

Desde luego si  no hubiese sido católico ferviente no habría podido pintar ni esculpir nada significativo, pues ello sólo fue posible con el mecenazgo de príncipes y Papas. Si así hubiese sido se habría negado a sí mismo como artista y si hubiese expuesto su no creencia, simplemente habría sido quemado y se habría negado, no sólo como artista, sino como ser humano.

¿Es un sacrilegio o una herejía hacer estas suposiciones? Yo creo que no, pues no se presentan como verdades, sino que como meras hipótesis para entender un fenómeno. 

Hay antecedentes. Recordemos que hace pocos años se descubrió y expuso el “Código de Leonardo da Vinci” y sus ideas más radicales, hoy se acepta que Leonardo fue miembro de una sociedad secreta. Botticelli parece que sufrió graves crisis de fe y también se cree que fue el líder de la mencionada sociedad secreta, además también hay un “Código” de Botiticelli pues su obra “La Primavera” que representa tres mujeres bailando en el bosque y otros personajes, es un llamado a la unificación de Italia, plan de Lorenzo de Médicis, según el profesor Enrico Guidoni.

Estas sociedades tenían que ser secretas ya que su existencia no habría sido aceptada por la Iglesia pues algunas de ellas igualaban a Juan Bautista con Cristo y exaltaban el rol de María Magdalena como discípula favorita y principal de Cristo. Hay autores que hablan del Código de Miguel Ángel e intentan descubrir otros mensajes detrás de sus pinturas y esculturas. 

¿Buonarroti formó parte de alguna sociedad secreta? No hay ninguna evidencia de que así haya sido, aunque puede ocurrir que al ser muy secreta nunca se haya descubierto. Yo creo que no fue miembro de ninguna sociedad por su carácter solitario y amargado. Es difícil que fuese capaz de compartir lo que pensaba. Yo creo que lo que hizo es lo único que podía hacer: Aceptar las exigencias de los Papas y de los príncipes, aunque los despreciara, pero hacer sus obras según sus propios criterios: Así es evidente que impuso la exaltación del cuerpo humano, impuso el desnudo en la misma sede central de la Iglesia, en contra de la opinión se los cardenales, Papas y Concilios. Hasta creo que expuso algunas ideas centrales del clasicismo griego: la humanización de Dios y la concepción de pares: Naturaleza-hombre; hombre-Dios, entendiendo al hombre como ser humano, sin distinguir entre hombre y mujer.

Si uno se basa exclusivamente en los escritos que dejó, no se encontrará sustento para las apreciaciones que he expuesto. Yo creo que la explicación es obvia: si Miguel Ángel hubiera explicitado sus opiniones abiertamente, habría sido un candidato a la hoguera y hoy no se le consideraría la máxima expresión del arte religioso. 

Finalmente, una disculpa: aquí intento simplemente presentar unas crónicas de viaje, por lo tanto no hay ninguna pretensión más allá de entenderme como un simple viajero que ha quedado profundamente impactado por la obra de Miguel Ángel  y que ha sacado sus propias conclusiones, derecho que tiene cualquiera al observar una obra de arte y tratar de entender lo que dice el autor.  

ROMA Y MIGUEL ÁNGEL.

El Campidoglio.
A pesar de que he empezado esta Crónica señalando el desorden que aparenta Roma (ver primera parte de la Crónica: “Roma”), eso no impide reconocer que hay lugares excepcionalmente bellos desde el punto de vista urbanístico. Uno de ellos es el Campidoglio, diseñado por Miguel Ángel. Allí está la sede central del Senado y de otras instituciones municipales importantes y es un conjunto monumental, en el que se combinan armónicamente los edificios que encierran los tres lado de la plaza ovalada, con el diseño del pavimento, que es una obra de arte (también diseñada por Miguel Ángel). El cuarto lado es abierto, sólo con una base que sostiene grandes esculturas que miran la ciudad y como está en el lo alto permite tener una hermosa vista de la plaza, del Foro y de parte de la ciudad, a la vez que es la entrada monumental a este conjunto. Allí se aprecia de inmediato la presencia de un genio que sabía de arquitectura y de arte. Esta plaza es una de las más bellas del mundo y en su centro hay una estatua ecuestre muy elegante, de uno de los emperadores romanos, el más viajero de ellos: Marco Aurelio. También hay un museo, cuya construcción sigue los principios de los monumentos de la Roma Antigua, lo que es una conexión armónica con su entorno, así como  hoy allí hay  algunas estatuas romanas y griegas, incluso hay un pie gigantesco, resto de una estatua de colosales dimensiones.

 

San Pietro in Vincoli.
Como todos los lugares específicos de Roma, encontrar La Iglesia San Pietro in Vincoli  (San Pedro en Cadenas), es una tarea complicadísima, aunque siempre se esté viendo el confuso mapa de Roma, allí parecía que uno está a pocos metros de la Iglesia, pero ésta no se ve en ninguna parte, finalmente, se encuentra en la cima de una colina, a la cual se llega por callejas antiguas y con suelos empedrados que había que caminar con mucho cuidado y que iban en direcciones entreveradas. Esta iglesia, esta muy cerca del lugar de donde se inicia la mencionada búsqueda, pero a varias decenas de metros más elevada, detrás de altas murallas inaccesibles por ese lado. 

Pero el esfuerzo vale la pena. Allí está el Moisés de Miguel Ángel, que yo lo veo como un homenaje a la sabiduría que trae la vejez, lo que está simbolizado en un par de cuernos pequeños en la cabeza del Moisés, cuernos que en su época se atribuían a señales físicas de sabiduría. Creo que fue mi primer encuentro directo con una obra de Miguel Ángel y desde entonces no he dejado de considerarlo el mayor artista de la historia, tanto como pintor, escultor, arquitecto y diseñador. En esa época yo era joven y estar frente a esa estatua monumental, para mí significó la grandeza de la vejez, cuando conlleva acumulación de sabiduría y tolerancia, más allá de su significado religioso y su finalidad, que era la de formar parte del mausoleo de Julio II. Quizás  intentó destacar que Moisés fue el conductor del pueblo judío en la fuga de Egipto y en la travesía del desierto y como tal fue un político que demostró una cabal sabiduría al enfrentar esos avatares y la traición de su propio pueblo que había dejado de adorar a Jehová y lo reemplazaba por ídolos. 

Como todas las obras de Buonarrotti, las interpretaciones eruditas son muy variadas. Este Moisés fue interpretado hasta por Sigmund Freud y es necesario y a la vez un desafío, tratar de expresar lo que uno siente cuando ve estas obras, aunque se entienda que es la visión de un simple turista más, pero si quien describe un viaje a Roma no dijera nada de ella  es como quien cree que el silencio es el único homenaje a la belleza. Creo que lo que importa es tratar de describir  y compartir lo que se siente, teniendo como límites el respeto y la tolerancia a lo que otros sostienen.

La Basílica de San Pedro.
Es la iglesia más importante de la cristiandad  y representa el poder supremo que Pedro recibió de Jesucristo y que consistió en la entrega de las llaves del reino de Dios, así como el de la representación de Cristo en la tierra a través de la Iglesia, lo que está registrado en los Evangelios con estas palabras simbólicas: Tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi iglesia  y a ti te daré las llaves del Reino.

Pero  la arquitectura era esencialmente humana y reproduce la figura del hombre, de manera que podemos sostener que esta Iglesia es una de las mayores exponentes de la arquitectura y por tanto de su visión humanista, estableciendo una relación entre Dios, a quien se le rinde homenaje, y el hombre que es la Iglesia. 

La Basílica de San Pedro no es obra exclusiva de Miguel Ángel, hubo otros muchos arquitectos y artistas que participaron y continuaron la obra. Algunos de ellos fracasaron rotundamente, como    quien construyó dos torres laterales, más altas que la cúpula y debieron demolerse pues estaban por derrumbarse antes de terminar su construcción, parece que la Basílica no aceptó que se hiciese algo más grande que lo que había hecho Miguel Ángel, ni siquiera en altura.

La nave central está coronada por la cúpula que  diseñó, resolviendo problemas de ingeniería y aruitectónicos que desde la época del imperio Romano no habían tenido solución. La linterna de esta cúpula esta exactamente sobre el punto en el que se cree que fue enterrado San Pedro y la Basílica en el lugar donde fue torturado. 

Sin duda que las frustraciones que sufrió con los Papas, que variaban las instrucciones según la influencia de sus favoritos, contribuyó a la soledad y amargura de Miguel Ángel. Ésta se vio acrecentada porque fue objeto permanente de maniobras de grandes artistas como Rafael, que había sido su discípulo y de otros como Bramante que trató de desplazarlo constantemente. El habitual odio y envidia que existe en el mundo de los artistas, parece multiplicarse según la genialidad del que se trata de destruir.  Miguel Ángel debió soportar la guerrilla permanente de sus colegas que contaban con el apoyo de una legión de cardenales, que desde el punto de vista de su intolerancia religiosa consideraban sus obras de  como escandalosas.

LA CAPILLA SIXTINA.
Los museos vaticanos son inmensos. Después de recorrer largas galerías que contienen, no miles, sino millones de objetos de arte y echar una mirada a esculturas griegas y romanas antigüedades etruscas, objetos religiosos de toda la Edad Media, arte del Renacimiento incluyendo pinturas de Rafael,  Fra Angélico y Leonardo da Vinci, se llega al objetivo de todos: la capilla Sixtina.  ¡Claro que algunos no llegan porque se pierden en las interminables galerías!

Si se va con un guía, es posible llegar allí con mayor rapidez, pero el guía ya no puede seguir con sus funciones, pues de acuerdo al reglamento del Museo, sólo los guías oficiales pueden hacer la introducción a la Capilla y dentro de ella ha de guardarse absoluto silencio, lo que muchos no respetan. 

Los guías oficiales, generalmente profesionales del arte, brindan una excelente conferencia introductoria apoyándose en paneles fotográficos de color que se presentan en forma vertical frente al visitante Allí se expone la historia de las pinturas de la Capilla y se presenta un serio análisis artístico especialmente de la obra de Miguel Ángel, reconociendo el valor religioso de la obra y su calidad extraordinaria, también se exponen algunas de las interpretaciones del contenido de la obra.

En realidad participar en esta conferencia es imprescindible para entender un poco más a la obra que se va a visitar y que Vasari definió como la luz del arte. 

 Después se puede entrar a la Capilla por un tiempo determinado y se pasan allí unos quince minutos mirando el techo y sintiéndose transportado a la altura religiosa que  dio a su pintura. También se ven los frescos y cuadros del fondo y los de las paredes laterales. En realidad hay una concentración de arte pictórico de primer nivel, como no existe en ninguna otra parte.

La única molestia es el rumor de los que opinan  y el excesivo número de personas, pero hay que entender que todos tienen derechos a ver esa maravilla. 

Opinión personal: la mayor obra de arte.
Mi opinión personal es que la Capilla Sixtina es la pintura mejor que se ha hecho en toda la historia del arte y al mismo tiempo es una conjunción de pintura, escultura y arquitectura. Muchos eruditos hacen listados de las mayores obras en este rubro y registran, generalmente a Leonardo de Vinci y su cuadro  “La  Monalisa” como la pintura más bella (Una amiga me dice que la fama de la Gioconda es resultado de su robo de El Louvre y la repercusión periodística). Es cierto que Leonardo es un gran artista y un genio universal. También desarrollo innumerables innovaciones incluyendo el “sfumatto” en las artes plásticas, pero ni su “La Última Cena” es tan profunda, bella  e innovadora como lo que se hizo en la Capilla Sixtina.

Alguien podría creer que es una cuestión de tamaño, pero no es así. En muchos lugares yo he conocido “El cuadro más grande del mundo”, como el Mesdag de La Haya, el techo del Palacio de los Dux en Venecia o la rotonda alpina en Innsbruk (todos dicen ser los más grandes). Quizás sean más grandes, pero evidentemente están muy lejos del nivel que tiene la Capilla Sixtina. Pero no interesa el tamaño, sino la calidad y profundidad del contenido de la obra. 

Cuatro aspectos olvidados.
Una vez desechado el factor del tamaño, hay que destacar cuatro aspectos importantes de la obra pictórica de la capilla Sixtina, en su conjunto.

El primero es destacar que aquí lo central no es Dios sino el hombre. Toda la pintura exalta al cuerpo humano, el hombre está por sobre todas las cosas en esa Capilla, incluso sobre Dios, en términos de número, superficie y significado. Además, el hombre está desnudo (y la mujer, cuando corresponde), lo que implica exaltar la belleza de la figura humana y superar la tradición medieval de esconder y tapar al hombre, volviendo así al clasicismo griego del desnudo. 

En segundo lugar, la representación de Dios es humana. El hombre está hecho a su imagen y semejanza, por lo tanto Dios es representado a imagen y semejanza del hombre porque es el único modelo disponible. Es algo obvio. Incluso en el tan criticado Dios en la parte de la creación de los Planetas, donde se ve su grupa redonda y carnal. Este Ser Supremo difiere radicalmente de la representación cristiana tradicional que lo presenta en la cruz o como pancrator todopoderoso sentado en un trono que resalta su poder omnímodo. Además, Miguel Ángel  abandona la costumbre de presentar a las divinidades y los santos con aureolas doradas. Aquí son más humanos.

En tercer lugar, la visión pictórica del hombre es distinta de la tradicional, es un hombre tridimensional, superando la pintura plana que sólo consideraba dos dimensiones. Hay algunos pintores que antes de Miguel Ángel lo intentaron, pero era como pintar estatuas o relieves, aquí es una concepción global y es justamente un aporte decisivo de quien siempre se consideró escultor antes que pintor. Esta visión del escultor es la que aportó las tres dimensiones al plano físico de la pared (o la tela) aunque me han señalado que otros pintores como Masaccio y Mantegna fueron sus precursores en este aspecto. Siglos después, los cubistas, Picasso, Magritte y otros incorporaron la cuarta dimensión. 

En cuarto lugar,  Miguel Ángel presentó una composición en que integraba pintura, escultura y arquitectura, pues todo el techo lo dividió en partes, pintando arcos, triángulos, pilares, lunetas  y hasta capiteles con esculturas. Esto ha sido interpretado como una expresión barroca de “temor al vacío”, pero al mismo tiempo se enlaza directamente con la tradición romana de hacer y presentar los cielos con decorados (recuérdese el techo del Panteón) y para mí, es insertar la arquitectura en el conjunto. 

Detalles formales.
Finalmente, en el plano ya más formal, es necesario reconocer que la obra de Miguel Ángel  se ha podido disfrutar verdaderamente sólo con la invención y desarrollo de la fotografía, como lo sostiene Elizabeth de Fontenay. Es una cuestión pragmática ¿Se puede disfrutar el techo de la capilla Sixtina con el cuello doblado y la cabeza torcida? ¿Se pueden ver estas pinturas en detalle a tal distancia?

La pinturas de Altamira (la capilla sixtina del arte rupestre) sólo podía verlas el espectador acostado en el suelo (Hubo que excavar el piso para verlas en otra posición). Pero nadie se habría atrevido a mirar las pinturas del techo de la Capilla Sixtina acostado en el suelo (¿Sería un pecado?). La fotografía permitió verlas en detalle desde una perspectiva frontal. 

El otro aspecto técnico es el efecto del tiempo en las pinturas. La labor de los técnicos japoneses en la restauración de estas pinturas ha recibido alabanzas y críticas. Yo creo que ha sido un aporte fundamental para revitalizar estas pinturas, es inevitable que el tiempo opaque los colores y recuperar los colores iniciales  es otorgarle vida, aunque algunos creen que debió mantenerse el tono apagado general que le da la bruma de la vejez. Yo creo que recuperar los colores iniciales es respetar la labor  en su esencia.

La herencia griega está presente.
Finalmente, es imprescindible reconocer la herencia griega, del paganismo de la Antigüedad. Es increíble, pero en una obra religiosa cristiana están presentes las sibilas de Delfos, Cumas, Libia y Eritrea, lo que ha sido vista como la influencia del neoplatonismo, pero evidentemente las sibilas no eran discípulas de Platón ni tenían ninguna relación con su pensamiento. Es simplemente el legado de la cultura griega al cristianismo, ya que fue la que terminó con los mitos, las faunas de dioses monstruosos, como los de Egipto, Babilonia y Fenicia y echó las bases conceptuales de la ciencia.

También esta herencia está presente en el fresco del Juicio Final. En efecto allí está Caronte, el barquero del mundo subterráneo de la religión pagana, que pasaba a remo la laguna Estigia a los que llegaban a ese mundo. Esto nada tiene que ver con el cristianismo. Sin embargo, está allí como otra intromisión de la cultura clásica griega en esta obra cristiana.   

La creación del Hombre.
Creo que nunca antes se había representado la creación de Adán como está en la Capilla Sixtina. Es una relación directa entre dos figuras humanas: Dios y el hombre, aunque naturalmente puede interpretarse como dos figuras divinas si en ellas está Dios. Las dos manos, casi en contacto representan un momento de creación perfecto, pues el hombre es producto de sus manos y su cerebro.

La interpretación evidente y tradicional es que Dios, ser superior (obsérvese: viejo) está insuflando vida a través de de una aproximación de su mano con la de Adán. Éste parece débil, como si recién estuviese recibiendo el hálito de vida, poder que le trasmite Dios. 

Esta es la percepción directa y generalmente aceptada, pero podemos imaginar otras interpretaciones. En primer lugar el hombre está en la tierra (en lo concreto), Dios está en el aire (podríamos decir en lo abstracto). Y a contrario sensu podemos sostener lo inverso: el hombre desde la realidad está traspasando su poder a Dios (creándolo), quien queda fortalecido y en cambio él queda profundamente debilitado, pero siempre en la tierra. Es una interpretación de la alienación: el hombre se arranca de sí su esencia y la traspasa a un ser que es una idea y a continuación se  subordina a esa idea, debilitándose  y perdiendo su esencia humana. (Es la teoría que en términos generales desarrollan Hegel y Marx).

Nadie puede atribuirle esta interpretación a Miguel Ángel  ¡Sería un sacrilegio! Pero estamos en la época de la tolerancia y los sacrilegios ya no conducen a la hoguera. 

Pero observemos el medio donde está Dios en esta pintura: Está en “una coquille” (según algunos autores) y que proviene de la herencia griega. Como una concha que se usaba para representar el nacimiento de algo (por ejemplo el nacimiento de Venus de Botticelli). 

Y además, Dios no está sólo, está rodeado y sostenido por unos niños, que no son ángeles, ya que carecen de alas. Son figuras de la Antigüedad: amorcillos que se usaron en la estatuaria antigua. Estos dos elementos pueden ser interpretados que Dios viene de la cultura griega y algunos creen que es una referencia al pensamiento neoplatónico de la idea como principio y universo.

Sin embargo, hay otra interpretación que hace referencia la teoría de la alienación. Miguel Ángel fue un investigador riguroso y durante años hizo estudios y disección de cadáveres para conocer cabalmente la anatomía del cuerpo humano. Los doctores brasileños Barreto y  Oliveira, utilizando la computación han llegado a la conclusión que detrás de muchas figuras de la Capilla Sixtina hay dibujos muy precisos de órganos humanos. Según ellos es una clase magistral de anatomía.  Sostienen que pueden identificarse 32 piezas anatómicas  (su libro se llama “El arte secreto de Miguel Ángel”). Una tesis  similar había sido expuesta por dos médicos norteamericanos, Eknoyan y Meshberger  que señalan que lo que está detrás de Dios que crea a Adán es un corte del cerebro humano. Algunos eruditos del arte creen que éstas son meras coincidencias, lo que es casi un insulto al genio de Miguel Ángel. 

Si se acepta esta tesis, la idea global de las pinturas es exaltar al ser humano hasta en su realidad anatómica, lo que refuerza el sentido humanista y no divino de su pintura.

En el caso específico de Dios, en la creación de Adán, lo que está detrás, como cualquiera puede ver  es un cerebro humano. Si es así, su mensaje podría ser que Dios es creación del cerebro humano o en relación con el neo platonismo es una idea, pero surgida del hombre. En fin, podría entenderse en el sentido de la alienación mencionado antes, lo que invierte totalmente las interpretaciones de la pintura. 

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La mujer.
Hemos señalado que las mujeres de este gran pintor son, en general, musculosas, fuertes, sin nada de gracia femenina ¿Por qué? Hay diversas explicaciones como hemos señalado, quizás sus tendencias homosexuales, quizás su concepto de especie humana, quizás la aceptación de la subordinación femenina, ya que Dios la saca de una simple costilla de un ser más complejo.

Es un elemento menor, pero que no puede dejarse de lado. Los eruditos han destacado muchas veces este hecho y cualquiera que mire sus obras verá que sólo en algunas hay elementos de belleza femenina (en “la Pietà”,  en la  Sibila de Delfos de la Capilla Sixtina y  la virgen que está junto a Cristo en El Juicio Final en esa misma obra). También en el cuadro “Tondo Doni” de la sagrada familia o las figuras femeninas de la tumba de Julio II. La mayoría de sus representaciones femeninas son corpulentas, musculosas, carentes de gracia. Algunos eruditos las califican de “andróginas”. Esto contrasta completamente con las representaciones femeninas de su joven contemporáneo Botticelli ¿Por qué no le otorgó belleza a la mujer? Algunos críticos han buscado la raíz en sus tendencias y citan los versos que dedicó a un joven varón que admiraba, pero también expresó su admiración por Vittoria Colonna, su amiga preferida. Sin duda Freud estuvo en estos enfoques. (Aunque en esa época era común usar modelos masculinos para pintar hombres y mujeres indistintamente), 

En la Capilla Sixtina, casi todas las mujeres son así, excepto la Virgen (se cree que es la imagen de  Vittoria Colonna), la mencionada sibila y el primer momento de Eva, en el segundo momento, Eva está terriblemente afeada.

Terror y amor.
Las religiones siempre han tenido elementos de terror y de amor. Muchas religiones antiguas, especialmente de Egipto, Fenicia, Cartago, Babilonia y otras de Mesopotamia,  exaltan dioses monstruosos que aterrorizan a la humanidad. En alguna medida, elementos morigerados de esta monstruosidad están en el hinduismo actual. El terror fue el fundamento de religiones prehispánicas, especialmente las de México.

El judaísmo y el cristianismo tienen algunos de estos elementos, hay acciones terribles de Dios: la destrucción absoluta de Sodoma y Gomorra, el diluvio universal que afectó a pecadores e inocentes (quizás los niños eran inocentes) y el Juicio Final,  el Infierno y la expulsión del Paraíso son cuentos terroríficos que al menos diferencian inocentes de culpables. Pero en el caso del pecado original, éste se hace hereditario por ser simplemente de la especie humana. El Cristianismo, que trae fuertes elementos griegos, humanizó la religión y presentó una combinación de amor  y terror equilibrando estos dos elementos, que según antropólogos son la esencia humana. 

En los frescos de Miguel Ángel  están estos dos elementos: el amor y la belleza en gran parte de las pinturas, pero también están el Juicio Final, con otra imagen de Dios, en este caso un Cristo, juez supremo, pero con la asesoría de amor de la Virgen. En esta pintura está el horror y el miedo, así como en las escenas del Diluvio Universal. La belleza y la fealdad aparecen en los dos polos: la belleza con el bien, la fealdad con el pecado, el temor, el terror y el horror.

Obsérvese a Adán y Eva, en el paraíso son bellos, cuando son expulsados son horribles. 

EL LEGADO DE MIGUEL ÁNGEL.
Cada persona, en este caso, un simple turista, puede experimentar todo tipo de sentimientos frente a las pinturas de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, la mayor obra de arte de todos los tiempos. Yo creo que el derecho y el deber es expresar lo que provoca esta visión.

Para mí, en síntesis, Miguel Ángel expresó en la Capilla Sixtina y en sus otras obras  su carácter de hombre del Renacimiento y contribuyó a lo que este proceso provocó de manera global, desplazó a Dios del centro del universo cultural y allí quedó en su reemplazo el ser humano, que también es divino. Es el triunfo del humanismo y sus expresiones son el homocentrismo y la humanización de Dios y hasta su desplazamiento. 

Las otras obras de Miguel Ángel, especialmente las que están en Florencia, recalcan este esfuerzo y su David  es, creo, la exaltación de la belleza humana y ha sido interpretada como el símbolo de la república, así como Moisés es en la vejez y sabiduría, mientras que en “La Pietà” es el amor, donde la Virgen María, de más de cincuenta años, es una bella joven, lo que Miguel . Ángel explicó por el carácter virginal de María.

 ¿No será María Magdalena? 

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Patricio Orellana Vargas
Santiago,   9 de agosto de 2008

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